¿QUIÉN DA MÁS?
Vivimos en un mundo y en una sociedad en donde el más fuerte o el que más tiene triunfa; esto es porque la gran mayoría de personas solo ven lo exterior, es decir, solo ven lo de afuera, sin darse cuenta que lo más valioso es lo de adentro.
Conocí a una persona que me contó su historia, expresándome muchas veces que mientras más tengas, eres mejor. Aunque todo esto resulte ilógico es la pura y triste verdad. Debemos aprender a valorar y rescatar lo más importante de una persona, no por lo que tenga, sino por lo que es como ser humano.
No hay duda que a todos nos gusta tener siempre lo mejor; pero no se trata de tener lo mejor, sino tratar de aprender a querer a alguien sea cual sea su condición, es esa actitud la que está por encima de todo.
UNO ENTREGA LO QUE RECIBE ¿Cómo puedes pedir cariño si das indiferencia?
Nadie puede pedirle peras al olmo, es verdad cuando dicen que uno da lo que recibe; pues bien, si entregas desprecio, indiferencia, rechazo, etc te pagarán con la misma moneda. Por el contrario si entregas respeto, valoras a alguien sin ignorarlo ni catalogarlo como lo más bajo, entonces esa persona te dará lo que te corresponde, respeto y cariño.
Nadie es mejor que nadie, todos somos iguales. Aunque tengamos cualidades o virtudes, muchas veces se van como agua entre los dedos porque no nos sirven de nada.
Debemos aprender de nuestros errores y aprender a mirar con los ojos del corazón, a la vez no se trata de pedir perdón, sino de enmendar nuestros errores, corregirlos con buenas acciones.
Para finalizar, aprendamos a querer inclusive a quienes nos hicieron daño; pedir perdón es fácil, pero es más fácil hacer cosas buenas a favor de esa persona a la que le pagamos mal.
Saludos, Gracias por todo y nada.
OSCAR “RAVEN”.
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