viernes, 20 de mayo de 2011

CRÓNICA: HISTORIA DE UN AMOR FUGAZ




HISTORIA DE UN AMOR FUGAZ



¿Habrá algo mejor que enamorar a una chica, sin que ella te vea, por temor al repudio y evitar un momento bochornoso? ¿Resulta más cómodo para acercarse a alguien y expresarle tus sentimientos?



Ya sea por timidez o por ausencia de cariño, algunos jóvenes incursionan en las redes sociales buscando a su media naranja, para decirle adiós a la terrible soledad, abriendo su corazón a un nuevo amor con el que asegurarán su felicidad quizás hasta cuando llegue el día del esperado encuentro personalmente entre ambos, quizás ese día tan esperado sea el final de un sueño. Solo se conforman con aferrarse a vivir una experiencia que solo permanece en sus pensamientos, creándose un mundo de ilusiones y maravillas en su mente, cegados por sus ganas de amar sin ver más allá de su nariz y manifestar lo que sienten personalmente.


Muchas veces el malvado miedo gana la batalla, pues el temor al repudio y pasar un mal momento frente a su “Doncella” o su “Príncipe”, cualquiera que sea el caso; es tan espantoso cual laberinto sin salida.


UNA NUEVA FORMA DE AMAR


El Amor Cibernético, ha sido por mucho tiempo señalado por la gente como algo inaudito e inaceptable; en la actualidad los casos han ido en aumento y ha pasado de ser un tema polémico a ser un nuevo modo de conquistar, acortando distancias radicalmente. Las personas que buscan conquistar algún corazón en la red, observan al internet como la mejor opción para encontrar pareja.


Algunos piensan que esta situación pertenece a una posición egocéntrica, autística. También se piensa que estos “necesitados de amor”, navegan en estas redes buscando refugio para su interminable tristeza, ya sea por falta de autoestima, buscando consuelo en algunos brazos, o el cariño que no obtienen en su hogar. Estas páginas cada vez tienen más usuarios, convirtiéndose así en una nueva fiebre mundial que facilita la unión de parejas. Este tema ha causado una revolución a nivel del globo por los miles de casos de parejas que se conocieron por internet y que le dan una bofetada a la distancia para que no se interponga y no sea pretexto para separar a dos corazones que han decido unirse sin conocerse.




AMOR VIRTUAL


Sentado en una silla, frente a su computadora se encontraba Antonio, dispuesto a declararle la guerra al famoso “Cupido” por no flechar su pobre corazón y unirlo al de su tan esperado amor; enfrentándolo con todas sus fuerzas hasta que el cansancio lo deje tan agotado como si hubiese corrido por todo el mundo.


El anhelo de conseguir su consorte se hacía más fuerte cual estatua de mármol; esto lo volvía invencible como un gladiador. El sentimiento de la soledad que trataba de consumirlo por instantes lo envolvía en un mar de melancolía, pero su fe pudo más y la esperanza volaba en el aire.



Antonio, con 17 años de edad sintió que Cupido lo flechó, y estaba muy ansioso de conseguir a la mujer ideal para compartir ese gran amor que no le cabía en el corazón, pero sentía que transitaba por la sangre a través de sus venas.



Sábado 25 de diciembre de 2004, decidió ingresar a “Latinchat”, una página de chat público; entre los miles de usuarios se encontraba Yulisa, una estudiante de secundaria con quien inició una amistad cibernética, sin saber lo que pasaría después. La confianza crecía como la espuma, la amistad se hacía tan grande como el monte Everest. Antonio sintió que Yulisa era la indicada para él; sin perder ni un minuto de tiempo comenzó a cortejarla, enviándole frases románticas, apelativos cariñosos, convirtiéndose en todo un galán de novela.



Después de varias semanas se le declaró a la bella señorita. Todo esto sin conocerse en persona. Ella sorprendida por el suceso, dudaba en aceptar esa propuesta, pues era la primera vez en que le proponían tal cosa y a través de una computadora, ¡Increíble!. Ella pidió algunos días para pensarlo con total tranquilidad. Finalmente, el día tan esperado por Antonio había llegado, la respuesta fue un “SI”. Su felicidad fue tan grande como la celebración por la clasificación al mundial; así vivieron un año como enamorados a través de una computadora, amándose, sin rozarse los labios, sin tocarse las manos, sin intercambiar miradas, sin una sonrisa, sin un abrazo. Vivían en un mundo de ilusiones, cegados por el amor, ciegos del corazón.



Al cumplir un año de pareja, decidieron conocerse en persona para darle más realismo y emoción a su compromiso, derrotando al miedo, esquivando el nerviosismo, enfrentando el temor al rechazo, ignorando a la vergüenza y pateando ferozmente los perjuicios por la apariencia física, dejándose llevar solamente por sus sentimientos.



Una tarde del 02 de enero del 2006, Antonio esperaba a su amada en el paradero, el nerviosismo y la curiosidad lo invadían; media hora después llegó Yulisa algo nerviosa pero ilusionada y caminó hacía él, mientras el hombre anonadado la miraba atentamente, cual fiera analizando a su presa para acecharla.


¡Hola¡ ¿Qué tal? fueron las primeras palabras de ambos acompañado de un beso en la mejilla; mientras se miraban y se creaban miles de ideas en sus cabezas; quizás la ilusión que tenían se fue como el rio que desemboca en el mar, tal vez no era la persona que soñaron. Pero el resultado fue positivo, ambos tenían una cosa en común, disfrutar de la presencia del otro. Luego de algunos minutos, él tomó la delicada mano de Yulisa, sintiendo que tenía un pedazo de cielo entre sus manos, mientras ella aún nerviosa y temblorosa agachaba la mirada.



Antonio, expresó “No tengas miedo”, mientras sostenía la mano de la dama; intercambiaban miradas y se acercaban lentamente, sus labios eran como imanes, el magnetismo era incontrolable.



El primer beso de la parejita estaba tocando la puerta. Mientras los labios chocaban, la ilusión, la atracción y el cariño florecían; el amor volaba por los aires envolviéndolos. Durante dos meses ambos pensaban que finalmente eran el uno para el otro, se sentían invencibles e inseparables; mas sin embargo las dudas y el miedo hicieron que Yulisa retroceda en su lucha por continuar con la relación.



La otra cara de la moneda, Antonio caía al abismo de la depresión, era un abismo del que no podía salir, la soledad y nostalgia lo consumían cada vez más. Solo y sin ganas de vivir, maldecía su mala suerte, mientras su corazón no paraba de sangrar. Después de un año, Antonio se había recuperado del terrible fracaso y del dolor que le había dejado un amor del pasado; vivía su vida renovada. Transcurría el primer trimestre del 2007, y el chat se proponía a ser el intermediario entre Antonio y Yulisa. Con llamadas telefónicas y conversaciones por internet muchos sentimientos regresaban del pasado. Yulisa sintió que había cometido un error al haber dejado hace un tiempo atrás a Antonio, mientras éste último pensaba en ella, día a día.



Él había no aguantó más y decidió declararse a su amor platónico, decidió arriesgarse. Tras varias citas de “amigos”, ya no podían ocultar la atracción que sentían mutuamente.



El día 24 de junio de ese mismo año, una calle del centro de lima, el cielo oscuro de una fría noche alumbrado por las estrellas, eran testigos de los abrazos que se daban Antonio y Yulisa; esa noche de un domingo frío, se volvió caluroso con los besos que compartían los dos personajes. Un ¿quieres ser mi enamorada? por parte del hombre, y un “SI” como respuesta, por parte de la mujer bastó para que el amor renazca entre los jóvenes que por circunstancias del destino se separaron.



La relación ahora estaba más fortalecida y con un poco de madurez entre ambos jóvenes quienes estaban dispuestos a luchar contra lo que fuera. Antonio daba todo por el amor de su vida; mientras ella correspondía con un amor puro y sincero.


Un 28 de febrero de 2009, Yulisa con la tristeza a cuestas por tener a su madre muy lejos, decidió enrumbar a Chile para encontrarse con ella, pero ir a ese país fue una decisión muy difícil; se encontraba entre la espada y la pared, teniendo al amor de su vida en Perú y a su querida madre, en Chile. La tristeza la invadía de pensar que dejaría a su enamorado, pero por otro lado, la emoción y alegría hacían brillar sus ojos de tan solo pensar que volvería a estar cerca de su mamá. La decisión ya estaba tomada, Yulisa prefirió a su madre; Antonio tenía que quedarse solo en Lima y ver a su enamorada partir hacia el vecino país. La despedida de los flechados fue como la historia más triste que se haya contado.



El día de la despedida había llegado, Yulisa abrazando a Antonio y apoyada sobre su hombro no pudo contener más el dolor, sus ojitos se inundaron de lágrimas que parecían gotas de lluvia que caían sobre el pecho de su enamorado, pues era la última vez que ambos estarían juntos; la idea de pensar que no se volverían a ver era del tamaño de los siete mares reunidos; mientras Antonio trataba de darle ánimos a su amada expresando el amor que sentía por ella, la abrazaba fuertemente a la vez que su voz se quebraba por el terrible momento y sus ojos brillaban conteniendo las lágrimas que pedían permiso para salir al exterior.



La pareja de enamorados no quería que llegara la hora de despedirse para siempre; besos iban y venían, abrazos calurosos, miradas tiernas y llorosas quedaban grabadas en sus mentes. Prometieron amarse hasta el fin de sus vidas, soportar la tristeza y vencer a la terrible distancia. Antonio prometió esperarla para cumplir todos los sueños que habían planeado.


La hora paso en un abrir y cerrar de ojos. Yulisa tenía que irse, Antonio la tomó de la mano y mientras se alejaban abriendo paso a la inmensa tristeza. El dolor era compartido, ya que los dos sufrían mucho por el distanciamiento que solo se curaba un poco con una llamada por teléfono y un “Te Amo”. El destino les puso una prueba muy grande, pero a pesar de eso sentían que su amor crecía y se fortalecía mucho más.



Ya en Chile, la distancia pesaba más que llevar al mundo sobre las espaldas. Todas las noches antes de dormir Yulisa lloraba desconsoladamente extrañando a su amado, encerrada entre cuatro paredes las ganas de regresar a Lima se hacían cada vez mayor, estaba dispuesta a dejar todo y volver a los brazos del hombre que le robo el corazón. Finalmente cumplió su cometido, viajó a Lima demostrando que el amor que sentía por Antonio no se comparaba con nada; mientras que él al enterarse de la noticia era como si volviera a nacer; estaba más feliz que pez en el agua. Al mes siguiente Yulisa pisaba suelo peruano; Antonio llegó al Campo de Marte, lugar donde habían acordado encontrarse, Yulisa llegó con 15 minutos de retraso, algo que Antonio detestaba, pero ese día todo era felicidad y se perdonaba todo.



Mientras el joven miraba la hora en su celular, algo impaciente volteó a mirar hacia atrás y pudo contemplar al gran amor de su vida, sus ojos brillaban más que el sol y su corazón latía a 1000 revoluciones por segundo, latía a punto de estallar cual volcán a punto de entrar en erupción. Yulisa estaba frente a él.



La bienvenida y el saludo fueron con un fuerte abrazo y un gran beso lleno de amor y pasión. Tras una larga conversación, caminando y paseando por varios lugares de la ciudad, el amor volvía a florecer entre ambos jóvenes volteando la página de tristeza que les tocó vivir. El tiempo pasó, ellos vivían locamente enamorados y así cumplieron 2 años y 3 meses juntos; más sin embargo la rutina, los celos consumieron la relación y nuevamente se sentía el aroma a separación y el amor se moría.




LA HISTORIA SE REPITE


La bonita relación se terminó una vez más, Antonio una vez más perdía a la mujer que tanto quería; Yulisa decidió alejarse de quien un día fue el gran amor de su vida. Terminada la relación quizás por los celos, quizás ella se fijó en otro, quizás todo ese tiempo lo engañó y lo utilizó; pero el destino de ambos ya estaba decidido. Separados nuevamente.



Desde aquella fecha, ambos soñadores le dijeron adiós al amor que algún día existió entre ellos; Antonio nuevamente en el fracaso y sucumbido en la tristeza. El perverso destino los alejó, pero esta vez para siempre. Nada quedó de los hermosos momentos juntos de aquella bonita relación que brillaba con luz propia, de los dos jóvenes que prometieron amarse para toda la vida, sin pensar que con el tiempo este sentimiento se derretiría como el hielo bajo el sol, sin imaginarse que se les escaparía como agua entre los dedos.



Si bien es cierto, muchas personas se rehúsan tajantemente aceptar esta nueva moda y califican esto como una insensatez; sin embargo no es nada raro saber que hay casos de gente que conoció al amor de su vida a través del internet y oficializaron su relación con el matrimonio, no obstante, para otros el “amor en línea”, es un total fracaso que ha dejado un profundo vacio y un dolor insoportable en sus corazones.



A pesar de todo esto, Antonio aun dolido por haber perdido para siempre a la mujer a quien amó con toda su alma y por quien hubiera dado la vida, nunca se arrepintió de haberla conocido a través del internet y de haber vivido un amor cibernético, que con el tiempo se volvió un amor inolvidable. Además, expresa que el amor que sentía por ella, vivirá por siempre en su corazón, aunque nunca se lo diga, aunque nunca la vuelva a ver, aunque ella nunca se vuelva a fijar en un humilde y modesto joven como él. Los maravillosos momentos que compartieron juntos vivirán por siempre y para siempre en sus corazones hasta el fin de los días.






OSCAR “RAVEN”.