martes, 23 de agosto de 2011

COLUMNA DE OPINIÓN.

“El Problema racial entre los peruanos y la falta de Identidad Nacional”.



“NO SOY UN INDIO ACULTURADO”.
(José María Arguedas).



José Maria Arguedas, un hombre andino, sencillo, humilde pero con grandes sueño e ideales, no solamente de salir adelante, sino también por expandir la cultura andina que muchas veces es marginada, ignorada, humillada y hasta discriminada. Él hace grandes esfuerzo por llevar a otros lugares sus costumbres, ideas, su arte, etc, para que los demás se den cuenta que las personas andinas, podrán ser pobres y rústicos, pero tienen una gran riqueza en sus tradiciones.

Este escritor andahuaylino sufrió en carne propia el rechazo, la discriminación, por parte de otras culturas que decían ser superiores o en todo caso se sentían superiores, apartando todo lo referente a la clase humilde, pobre; es decir, a la gente de los pueblos andinos, creando una especie de barrera entre ambas clases, la clase media o alta y la clase humilde, esa gente de escasos recursos económicos, pero muy ricos en cuestiones de arte, cultura y tradición; todo eso es algo que los ricos o la clase que cuenta con recursos monetarios nunca podrá tener. Arguedas obtuvo el premio Inca Garcilaso de la Vega, como reconocimiento a su trabajo por expandir, difundir la cultura de un indio aculturado, expandiéndola y enriqueciéndola con más conocimientos.

Como dicen el que tiene dinero lo puede tener todo en la vida, pero nunca podrán tener el amor; en este caso los ricos nunca podrán tener ese gran cariño, amor, esa ternura que caracteriza a la gente de provincia, a la gente humilde, sencilla que valora a la vida y luchan día a día para sacar adelante a los suyos; de igual manera llevan su cultura y costumbres para enseñarles a otras personas, para que aprendan algo de otros pueblos. Cada persona lleva en su ser algo de su ciudad de origen que lo transmitirá a otras personas, así como también a otras generaciones.

Nuestro país es una fuente infinita de la creación; es decir fuimos bendecidos por el “Todopoderoso”, que nos dio el privilegio de nacer en esta tierra del sol, donde la riqueza en lo cultural, artístico, comidas, son lo más valioso y lo más grandioso que tenemos; mas sin embargo siempre existe la rivalidad entre culturas o la discriminación entre nosotros mismos, y eso hace que dos mundos diferentes se creen en nuestra nación. Muchas veces el blanco, o despercudido discrimina, se rechaza al cholito, al indio, al negrito, al serranito, al trigueño, por su apariencia física, por su condición social; más sin embargo nunca se le presta atención a su condición de ser humano, de peruano; se juzga sin saber cómo es espiritualmente, como piensa, cuáles son sus sueños, sus anhelos y son ellos los que dejan en alto el nombre de nuestro país en diversas partes del mundo.

José María Arguedas, con esta obra nos trata de explicar y nos da un claro ejemplo de la realidad nacional, del gran problema racial que tenemos entre nosotros mismos y nos da la solución para acabar con este flagelo; es decir trata de unir las costumbres de los pueblos humildes del Perú con las costumbres de los capitalinos o de la clase media y alta, para construir una mejor nación, aculturándose el indio a lo capitalino y lo capitalino a las costumbres de los pueblos provincianos
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