Actualmente estamos viviendo la fiebre de las próximas elecciones presidenciales que decidirán el futuro del país, teniendo como principales protagonistas a militantes que se sacan hasta los ojos, además de los “trapitos sucios”; esto es lo que algunos llaman “guerra sucia”.
El partido “Perú Posible”, liderado por el ex presidente Alejandro Toledo, ostenta el primer lugar en preferencia, seguido por Luis Castañeda Lossio, ex alcalde de Lima y líder de “Solidaridad Nacional”; lo sigue Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori, quien con su partido “Fuerza 2011” sueña con ser la primera presidenta del Perú.
Por otro lado, Ollanta Humala insiste de concretar su mayor anhelo de ser presidente; pues como se recuerda en las elecciones del 2006 tuvo que quedarse solamente con el sabor a derrota.
Entre tanto, el partido Aprista Peruano (APRA) pasa por un mal momento, pues sus integrantes se han unido para hacer frente al ex premier, Jorge del Castillo, para que no sea considerado en la plancha presidencial, por presuntos casos de corrupción; es decir lo quieren desaparecer de la plancha y del partido. Este partido tendrá como representante a Mercedes Araoz, ex ministra de Economía.
¿QUIÉN DA MÁS?- Todos los candidatos hacen sus propuestas, cada quien propone algo mejor que el adversario, con el único objetivo de crear quimeras entre los ciudadanos, ofreciéndoles cosas que quizá cuando lleguen al poder solo sean palabras que se las lleva el viento. Esto es típico en la política del país, la demagogia reina e impera entre los postulantes que quieren llevar las riendas del país, con el único propósito de ganar votos y llenarse los bolsillos.
En las elecciones de abril próximo, nosotros decidiremos qué candidato será el responsable del desarrollo del país; tendremos que esperar a la segunda vuelta para tener un nuevo presidente al que soportaremos cinco largos años.
OSCAR “RAVEN.”
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