La muerte de un periodista
gráfico es un gran dolor para los colegas de los diversos medios de
comunicación de este país; y es que, vivimos en una ciudad en donde las leyes y
la justicia parecen que estuvieran pintadas y en donde solamente se impone la ley
del hampa, la ley de rateros, asaltantes, pandilleros y marcas; quienes por un
par de monedas o por algún objeto de valor son capaces de matar, de quitarle la
vida a una personas sin importarle el lugar; pues Luis Choy, fue asesinado en
la puerta de su propia casa. El hampa,
no tiene límites.
¿Quién puede curar el dolor de
una madre al ver a su hijo muerto? No existe invento en el mundo que pueda
calmar evitar ese sentimiento de dolor
que nace y muere en el corazón, que muchas veces la segunda opción dura
eternamente, dependiendo de lo fuerte que es cada persona. Antonieta Sandoval, madre
del periodista fallecido declaró ante la Policía por este terrible hecho
ocurrido el último sábado en Pueblo Libre. Ella confesó que desconocía si su
hijo tenía problemas que lo agobiaban o le preocupaban en las últimas semanas
antes de su asesinato, y por otro lado, explicó que su actual pareja se llevaba
muy bien con Choy.
Por otra parte la pareja de la
señora Sandoval también expresó algunas palabras. “Nos tenemos que basar en un
informe oficial de la PNO, eso será válido para nosotros, lo demás es
especulación”.
Este tema tan complicado y
controversial de resolver o de identificar al verdadero responsable de la
seguridad ciudadana, parece que nunca tendrá fin. Un gobierno de brazos
cruzados, donde el señor ministro del Interior trata de minimizar la
problemática, donde el primer ministro sale a decir que no se hagan novelas de
la inseguridad en Lima, un director de la Policía que miente afirmando que
siguieron a los asaltantes de una notaría, cuando las cámaras de seguridad
externas del local dicen lo contrario y por último un presidente que culpa a
los medios de comunicación de ser los verdaderos responsables del incremento de
las ataques, asaltos y robos en la capital; cuando lo único que hace la prensa
es informar y fiscalizar que las autoridades pertinentes cumplan con su trabajo.
¿Ahora quién es el culpable?
El presidente debe poner más
énfasis en la lucha contra la delincuencia y la inseguridad ciudadana en todo
el país, no necesariamente solo en el VRAEM; sino también en todo el territorio
peruano y hacer menos política de “barrio”, donde insulta a los ex
gobernadores, como cualquier persona sin educación; finalmente, tiene que tener
autoridad para delegar funciones porque realmente nuestro país lo necesita.
OscarCornetero.
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